Breve Historia De La Iglesia

Sería difícil en pocas páginas recoger todo un caudal de hechos e información de la Iglesia Cristiana a través de 20 siglos de existencia. Este por supuesto no es mi propósito fundamental, sino quiero destacar los aspectos fundamentales que dieron inicio al cristianismo, enfatizando los desafíos a los que ha sido sometida la Iglesia de todos los tiempos, especialmente en los dos primeros siglos, en cuanto a los aspectos doctrinales y teológicos, las herejías principales y también las desviaciones éticas. Estos no solo se levantaron  para destruir la fe de los primeros cristianos, sino que muchos han trascendido y de una manera u otra han influenciado en la creación de las bases y columnas teológicas y apologéticas de la Iglesia de todos los tiempos. La Iglesia ha sabido enfrentar estos retos guiada y sostenida por el Espíritu Santo y por hombres que se han levantado enarbolando poderosamente la verdad del evangelio, ante las estratagemas del enemigo.

ANTECEDENTES HISTORICOS Y RELIGIOSOS QUE PRECEDIERON LA LLEGADA DEL CRISTIANISMO.

Desde el Antiguo Testamento hasta la venida del Mesías hubo un período de silencio y oscuridad de aproximadamente 400 años, en cuanto a la revelación divina y palabra profética, ya que el último profeta Malaquías, había profetizado entre el 430-420 A.C. Este período se caracterizó por sucesiones de imperios y dominaciones que denotaban el yugo opresor y extranjero sobre el pueblo judío y esto alimentaba más que nunca las aspiraciones y esperanzas de este pueblo por ese Mesías y libertador esperado. Estos antecedentes nos ponen en perspectiva histórica en cuanto a la anticipación de la llegada de Cristo y por supuesto al nacimiento de la Iglesia. Las bases religiosas monoteístas del judaísmo (Deuteronomio 5:7; 6: 4), su esperanza escatológica y el mundo grecorromano, con su cultura, política y filosofías, fueron la cuna y también el escenario fundamental en que nació y se desarrolló el cristianismo.
EL TIEMPO ACERTADO
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo…” (Gal. 4: 4ª). La llegada de Cristo marcó la historia poderosamente, como ningún otro acontecimiento en  la humanidad. El vino en el tiempo en que estaba preparada la escena, tanto política, económica y religiosamente  para recibir su advenimiento, asi como el nacimiento y expansión de la Iglesia a través de todo el mundo conocido. Su venida trascendió el tiempo y el espacio por el alcance de su carácter salvífico. Había una gran expectativa político-religiosa, que entrañaba esa esperanza judía en un Rey  político del linaje de David. Esta no solo por parte de los judíos mas conservadores, sino aún de aquellos que estaban en la diáspora con tendencias mas helenistas, los cuales contribuyeron mucho a que el cristianismo se extendiera mas tarde por el Imperio Romano. Cuando el cristianismo llego, se esparció entonces como dinamita a través de un imperio cosmopolita, unificado política y culturalmente.
En la realidad escatológica del Antiguo Testamento, se denotaba la inminencia de un Reino de Dios presente y futurista. Laad nos dice con respecto a este realidad teológica judía: “Una teología que distingue a un Dios que viene, Dios que ha visitado a Israel en Egipto para hacer su Pueblo, que le ha visitado en diversos momentos en el curso de su historia, este mismo Dios, debe volver hacia él en el futuro para juzgar la iniquidad y establecer su Reino. La esperanza de Israel esta enraizada en la historia, o más bien, en el Dios que se manifiesta a través de la historia (…). Hay tiempos de visita cuando sus designios reales encuentran expresión concreta, la mas importante de las cuales será la visita final para consumar Su voluntad y aportar la salvación”. (1)
Por eso hablando de la consumación del Reino el mismo Laad continua expresando: “El Reino de Dios, su Reino, ha tomado ya lugar en la historia a través de la persona y misión de su Hijo…El Reino de Dios no es únicamente un concepto abstracto que estipula que Dios es un Rey eterno (…) es también un concepto dinámico del Dios que obra (…) Dios es el Dios de los cielos que obrara mañana potentemente, obra hoy en Jesús. Es el mismo Dios, la misma ley, el mismo Reino dinámicamente en acción entre los hombres”. (2)
La influencia de la cultura y lengua griega.
Las clases mas encumbradas estaban influenciadas por el dialecto griego Koine y aún en Palestina se usaba como lengua el griego, en asuntos de comercios y negocios.
Jerusalén seguía siendo el centro religioso preponderante para todos los judíos, los cuales se reunían aquí en la celebración de las festividades judías anuales. A pesar del sincretismo religioso entre las deidades grecorromanas, Jerusalén seguía proclamando su monoteísmo indiscutible. La lengua griega, común en casi todo el Imperio ayudó a trasmitir el mensaje redentor. Todo esto contribuyó a la expansión del evangelio en el I y II siglo, aun en los períodos de persecución a los que fue expuesto el cristianismo.
La Septuaginta
La Septuaginta o versión de los setenta, porque se cree que fueron setenta y dos judíos palestinos que  en setenta y dos días realizaron la versión griega del Antiguo Testamento. La Septuaginta fue reconocida  por las autoridades judías de Jerusalén y se utilizaba mucho entre los judíos de la diáspora, que hablaban mas el griego. La Septuaginta ayudó a los judíos helenizantes a mantener sus principios monoteístas y la expectativa del Mesías prometido. Esta versión es la más citada por los escritores neo testamentarios, ayudando de esta manera al desarrollo del vocabulario cristiano de esos primeros siglos.
LA IGLESIA NACIENTE Y SU EMPUJE MISIONERO
La venida del Espíritu Santo el Día de Pentecostés (gr. pentekostos), que significa 50 y se celebraba 50 días después de la Pascua, era también llamado Fiesta de las Cosechas. Era una celebración festiva por las cosechas recogidas a final del año. Este marcó en la historia el inicio de la Iglesia cristiana. A esta festividad venían judíos de todas partes, incluyendo los de la diáspora y los prosélitos que habían sido convertidos al judaísmo.
Con este derramamiento del Espíritu Santo, prometido por Jesús a sus discípulos (Hechos 1:8),  vemos la manifestación de Dios con poder, carismas, el gozo y la poderosa predicación de Pedro, que trajo ese día a mas de tres mil personas al conocimiento de Jesucristo.
“…y recibiréis poder…”, poder (gr. dunamis), vocablo del que se deriva la palabra dinamita. Esta produce cambios, rompe con lo viejo y da paso a lo nuevo, esparciendo y transformando todo a su alrededor. El comienzo de la Iglesia, bajo el poder del Espíritu Santo, abrió un nuevo capítulo transformador y poderoso para judíos y gentiles de todos los tiempos y épocas. La muerte, crucifixión y resurrección de Jesucristo eran los pilares fundamentales en la proclamación de las buenas nuevas  de la Iglesia naciente. Este mensaje era avalado con demostraciones del poder en acción del Espíritu Santo (I Tes 1:5).
La Iglesia crecía a pesar de la resistencia levantada por las autoridades del templo de Jerusalén contra el nuevo mensaje. La muerte de Esteban, uno de los siete diáconos de la Iglesia, junto a la persecución que se levantó, produjo una revolución misionera. Los primeros discípulos, judíos convertidos, se establecieron y predicaron en Samaria, Damasco y Antioquía, donde se les llamó por primera vez cristianos. El Señor había señalado: “…me seréis testigos…” “…hasta lo último de la tierra”,  ya que tuvieron que salir de Jerusalén y llegar en su proclamación a abarcar a los gentiles (Hechos 10:34). Desde el primer momento el Espíritu Santo sentó las bases de que la proclamación del evangelio no era para  una raza, elite y nación en particular, sino que era para todo el mundo.
El cristianismo no es una extensión de la religión judaica, aunque sus primeros discípulos hayan sido judíos. Tampoco los primeros cristianos de origen judío, veían el cristianismo como una negación del judaísmo, sino como el cumplimiento de las promesas hechas a Abraham y de las palabras proféticas, concernientes en su mayoría al Mesías esperado y al establecimiento final de su Reino.

DESAFIOS DE LA IGLESIA NACIENTE. LAS PERSECUCIONES.
En esta época de persecución temprana se levanta Saulo, convertido luego en Pablo, uno de los teólogos más grandes que ha dado el cristianismo, cuya obra dejo un rastro imperecedero para los cristianos de todos los tiempos. Este fue educado a los pies de Gamaliel, rabino renombrado y prestigioso. Pablo fue un perseguidor de la Iglesia, que arrestaba y mataba a los cristianos, motivándolo su celo judaico y sus fieles convicciones legalistas. Un cambio radical ocurre en su encuentro con Jesús en el camino a Damascos, lugar al cual se dirigía para erradicar la fe cristiana. Este encuentro lo transforma y lo convierte en un profundo amante del Señor, misionero apasionado, apóstol de la verdad, plantador y edificador de nuevas congregaciones, especialmente entre los judíos helenistas de la diáspora y el mundo gentil. Teólogo que pone el fundamento en ese legado precioso de las doctrinas principales de la Iglesia.
El enemigo utilizaba sus instrumentos para tratar de frenar el empuje de una cristiandad poderosa, pero el crecimiento de la Iglesia no se detenía (Hechos 5:14; 6:7). La primera gran persecución que asestó un gran golpe al cristianismo fue decretada por el emperador Nerón en el año 64 d.C. Aún el historiador pagano Suetonio se refiere a esta así: “ni aún a su mismo pueblo ni a las murallas de su patria perdonó Nerón” (3). La historia cuenta que el prendió fuego a Roma o quizás esta se quemó accidentalmente por un almacén de aceite que existía, pero el culpo a los cristianos del horrible crimen. Nerón era un ser abominable y egocéntrico. Otro historiador, Tácito, romano de origen,  expresaba atónito como los creyentes eran quemados vivos como antorchas para iluminar los jardines del palacio del emperador y también eran expuestos a las fieras del circo romano. Este historiador le llamaba a esto “refinada crueldad” y “Todo esto hizo que se despertara la misericordia del pueblo…pues se veía que no se les destruía para el bien público, sino para satisfacer la crueldad de una persona” (4). Los enemigos de Cristo y su Iglesia terminan como Nerón, el cual fue catalogado como tirano, depuesto por el senado, huyo y al final se suicidó.
En Hechos de los Apóstoles, Capitulo 12:2 se habla de que Santiago, conocido también como Jacobo, hermano de Juan, fue muerto “por la espada” por Herodes Agripa. El historiador Flavio Josefo nos informa que el otro Santiago, hermano del Señor y primer líder de la Iglesia de Jerusalén, fue muerto en el año 62,  por el sumo sacerdote Hannan, aun contra la oposición de los fariseos. Según la tradición, Pedro sufrió la muerte bajo Nerón, siendo crucificado boca abajo en Roma, algo que atestiguan escritores cristianos  de los siglos I y II. Quizás esto fue el cumplimiento de la palabra profética que el mismo Señor le dio a Pedro (Juan 21:18,19). También la tradición atestigua, aunque no hay suficientes evidencias al respecto, de que Pablo murió en Roma decapitado bajo la persecución de Nerón.
El emperador Domiciano, un tradicionalista romano veía a los cristianos como una amenaza para el imperio romano y sus tradiciones. Ejecutó dos de sus propios parientes romanos, que parece eran cristianos. El apóstol Juan fue deportado por el, a la isla de Patmos. Allí bajo la inspiración divina escribió uno de los libros proféticos más impresionantes de toda la Biblia, Apocalipsis. En este se describe la Roma imperial, “la gran ramera…ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús” (Apocalipsis 17:1,6). También Domiciano recibió el castigo de un asesino, ya que lo mataron en su propio palacio y su nombre fue quitado de todas las inscripciones y placas que le honraban.
En el siglo II salen a la luz lo que se conoce como “actas de los mártires”, las cuales abundaban en relatos de torturas y  muertes de algunos de esos héroes del cristianismo. En  una de estas actas aparece el obispo de Antioquía, llamado Ignacio, el cual fue acusado y muerto porque se negó a rendir adoración a los dioses del Imperio Romano. Murió aproximadamente en el 107 d.C. Escribió siete cartas en su camino a la muerte, que son documentos probatorios de la época de la persecución. Una de las frases famosas de Ignacio de Antioquia frente al inminente castigo fue:  “Soy trigo de Dios, y los dientes de las fieras han de molerme, para que pueda ser ofrecido como limpio pan de Cristo” (5). Otro mártir de la iglesia registrado fue Policarpo, obispo de Esmirna. Este fue confrontado con el juramento al emperador y su negación y maldición de Cristo, a lo cual Policarpo respondió: “ Llevo ochenta y seis años sirviéndole, y ningún mal me ha hecho. Como he de maldecir a mi Rey, que me salvo?. (6) Murió quemado vivo en la hoguera aproximadamente en el 155 d.C, pero su fé fue inquebrantable hasta el final.
DESAFIOS DE FILOSOFIAS, DOCTRINAS Y ENSENANZAS HERETICAS, DESVIACIONES ETICAS Y RELIGIOSAS EN LOS DOS PRIMEROS SIGLOS DE LA IGLESIA.
a)   En Corinto, Pablo encontró problemas de moralidad. Estos  utilizaban la frase “corintianizar” que era vivir una vida ligera y licenciosa. Esta era una sociedad pagana y corrupta y los creyentes habían adoptado su mundanalidad. Habían formado grupos, trayendo divisiones en la unidad de la Iglesia. Pablo declara que ellos solo son “…colaboradores de Dios…” (I Corintios 3:9). Aún cuando la Iglesia de los primeros tiempos se caracterizó por un espíritu de ayuda y colaboración, se levantaron también dificultades por la misma diversidad que en ella había.
c)   La influencia e invasión judaizante en algunas Iglesias había penetrado en congregaciones de creyentes gentiles como en Gálatas y en Filipos. Estos demandaban a los creyentes gentiles  que acataran el rito de la circuncisión  y que hicieran distinción entre los alimentos “puros” e “impuros”, según la ley mosaíca. Estos judaizantes enseñaban que la salvación es “por la fe y…” otras cosas que estaban incluidas en la ley y no “por fe solamente” (Gálatas 3:10-14), (Filipenses 3:2, 3,18-20,28-30). Muchos neófitos en el cristianismo, se sometieron a estos requerimientos legalistas judíos. Pablo  defendió su autoridad apostólica ante las acusaciones que se levantaron en Gálatas (Gálatas 1:6-24; 3:1-5; 4:8-11; 5:1-11; 6:12-14) y Corinto (II Corintios 11:13-15).
d)   Herejía relacionada con el protognosticismo o gnosticismo judaico, que representaba lo peor del pensamiento judío y griego. Esta se dio en Colosas. Le quitaba la posición que Jesucristo tiene como Hijo de Dios y  Salvador del mundo y lo ponía como un ser creado divino que había emanado de la Deidad,  sirviendo de vinculo entre Dios y su creación. Existía una mezcla de cristianismo y gnosticismo. Pablo combatió estas herejías y falsas doctrinas (Colosenses 2:8,9), y refuto todas aquellas normas de abstinencia alimenticias, ascetismo, celebraciones y días religiosos, mandamientos fantásticos y los exhorto a buscar a Cristo como único y suficiente Salvador y Dios para el hombre, (Colosenses 1: 15-23, 26,27; 2:1-23; 3:1-4).
e)   El gnosticismo en el siglo II: El gnosticismo fue un verdadero enemigo del cristianismo. Se oponía a los principales pilares de la fe cristiana, como la creación, la encarnación de Jesucristo y aun hasta la resurrección. Alejandría fue uno de los lugares donde más fuertemente se dio esta ideología y se sistematizo. Los gnósticos (gr. Gnosis) significa conocimiento. Ellos dicen que la salvación se recibe por un conocimiento de ciencia elevada y superior a la cual solo algunos pueden llegar. Atribuyen que el cuerpo y la materia son malos, de los cuales el espíritu tenía que escapar ya que estaba encarcelado en el cuerpo. Para los gnósticos cristianos, Cristo no pudo venir en carne y aducían que quizás estaba hecho de una “materia espiritual”, otros referían que era una aparición, doctrina conocida como docetismo, que en griego  significa “aparecer”, negando de esta manera el nacimiento de Jesús y por supuesto su encarnación.  Marción fue uno de sus principales exponentes. El hizo de la continencia y el voto de la virginidad algo impositivo, lo cual diferenciaba su gnosticismo. Los católicos romanos tienen mucha influencia gnóstica en algunos de sus puntos teológicos.
f)   “…fábulas y genealogías interminables…” , (I Timoteo 1: 4,6,7). Todo lo que creara división y controversia tenía que ser eliminado.  Pablo los reprendió, ya que él veía el peligro de una Iglesia desquebrajándose doctrinal y éticamente. También les alerta sobre fábulas y cuentos fantásticos de  maestros falsos, que tergiversaban la verdad del evangelio puro (II Timoteo 4:4; Tito 1:14).
g)   Creencia que rechaza la venida del Señor (II Pedro 3: 3-10): Pedro habla en su carta contra aquellos que dudaban del retorno de Jesucristo y las herejías que se estaban levantando en la Iglesia, (II Pedro 2:2-22).  En las cartas juaninas hay una condenación a los falsos maestros con sus errores doctrinales y éticos y habla de los “ muchos anticristos” que se habían infiltrado, cambiando el evangelio, amando al mundo y el pecado, combatiendo la doctrina de Cristo y la vida de santidad (I Juan 2:18-29; 4: 1-6; II Juan 1:7).
i)    Maestros falsos Antinomianos: estos profesaban que la salvación que ellos tenían por gracia les daba el permiso para pecar y no recibir condenación alguna por esto, negando también la revelación que había sido dada por los apóstoles originalmente y fundamentalmente acerca de la persona y la naturaleza de Jesucristo. Pedro y Judas en sus cartas denuncian estos falsos maestros.
j)   Los Estoicos: Pablo tuvo que confrontarlos en Colosas. Represento la escuela más importante en el mundo greco-romano. Fundada en Atenas (310 a.C.), por Zenón de Citio. Los estoicos proclamaban que se puede alcanzar la libertad y la tranquilidad tan solo siendo ajenos a las comodidades materiales y la fortuna externa y dedicándose a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud. Estos propugnaban un ascetismo injustificado, planteaban el abstenerse de los goces de la vida y el maltrato del cuerpo por amor a las cosas del espíritu. Eran panteístas.
k)   Los Epicúreos: Filosofía de Epicuro de Grecia (306 a.C.). Práctica sin medidas de una actitud ligera y licenciosa, proclamando que si te sientes bien y algo te gusta, pues no tienes límites para hacerlo. Llevaba a la inmoralidad y  el rompimiento de todos los valores éticos. Pablo combatió fuertemente esta filosofía (II Corintios 11:3).
l)   Escuela Cínica:  Antis enes, discípulo de Gorgias y luego de Sócrates, enseño en un gimnasio llamado Kynosarges (sepulcro de perros) de donde se deriva el nombre de “cínicos” (perros) que recibirían mas tarde. Defendía una posición de autosuficiencia e independencia. Propagó el ideal de la vida natural y el cosmopolitismo, rechazando la existencia del estado y la familia. Afirmaban que no hay patria, leyes, ni diferencia de clases. Esta perduró hasta la caída del imperio romano.
m)   Neoplatonismo: Fundado en el siglo III, algunos lo sitúan entre el 204-269 d.C. por Ammonio Saccas. Fue un fuerte rival del cristianismo. La Enciclopedia ilustrada de Historia de la Iglesia definía su influencia así: “ El neoplatonismo permitió la unión de la filosofía con la religión hasta confundirse de tal manera, que la religión ya no enseña verdades religiosas sino unas afirmaciones religiosas envueltas en mitos para que resulten mas comprensibles al pueblo” (7).
n)   Escepticismo: Su fundador fue Pirrón de Elís en el siglo III a.C. “El escepticismo como doctrina filosófica tiene dos aspectos, uno teórico y otro práctico. Desde el punto de vista teórico, es una doctrina del conocimiento según la cual no hay ningún saber firme, ni puede encontrarse nunca  ninguna opinión absolutamente segura. Desde el punto de vista práctico el escepticismo es una actitud que encuentra en la negativa, el adherirse a ninguna opinión determinada…” (8).
o)    Sincretismo religioso: El Imperio Romano se preocupaba por la uniformidad, tanto política como religiosa de los pueblos conquistados. Se destacaban los viejos dioses griegos, como Olimpo, Afrodita, Poseidón, Zeus y sus homónimos romanos. Por otro lado existían las “religiones de misterio”  que tenían sus dioses muy personales.  Los súbditos debían rendir también el culto al Emperador. Pablo se paró en el Areópago de Atenas y habló del “Dios desconocido”, ante todos los altares que se habían levantado y la multitud de deidades que poseían. Refuto con el mensaje de poder la idolatría en la ciudad de Éfeso, que era adoradora de la deidad griega  Diana o Artemisa para los romanos. Ante el espíritu cosmopolita y el sincretismo religioso, los cristianos de estos primeros siglos encontraron dos posturas filosóficas en las cuales se apoyaron, estas fueron, la tradición platónica que criticaba a los dioses paganos llamándoles perversos y la otra corriente que les sirvió de bastión fueron los estoicistas, que eran moralistas por excelencia. Todo esto fue un desafío tajante al cristianismo. Algunos fueron  influenciados sobremanera por estas filosofías y otros la utilizaron en la expansión del evangelio.
Los apologistas
Época en que se levantan apologistas importantes como el Apóstol Pablo en el siglo I y Justino Mártir, otro destacado pensador a mediados del siglo II. En el siglo III defendiendo y refutando los opositores de la fe cristiana encontramos un apologista de la talla del maestro de Alejandría, Orígenes. En la Historia del Cristianismo, el autor Justo L. González nos habla de los desafíos de la apología de esos tiempos “…los apologistas dan testimonio de la tensión en que viven los cristianos de los primeros siglos. Al mismo tiempo que rechazan el paganismo, tienen que enfrentarse al hecho de que ese paganismo ha producido una cultura valiosa. Al tiempo que aceptan la verdad que encuentran en los filósofos, insisten en la superioridad de la revelación cristiana. Y al tiempo que se niegan a adorar  al emperador, y ese mismo emperador les persigue, siguen orando por el y admirando la grandeza del Imperio Romano” (9).
Dos bastiones impresionantes: El Canon y el Credo.
Para los primeros cristianos solo existía como Escritura el Antiguo Testamento en  hebreo y la Septuaginta, que era su traducción al griego. Se leían también entre las diferentes Iglesias las cartas de los apóstoles y los evangelios, pero no existía lo que conocemos hoy como Nuevo Testamento. Debido a la invasión ideológica gnóstica y especialmente la influencia de los marcionistas, los cristianos comenzaron a poner en orden los libros sagrados, aunque hubo una oposición herética a la inclusión del Antiguo Testamento. La cristiandad tuvo una rápida respuesta ante la avalancha de escritos que muchos apostatas hacían pasar por inspirados y que contenían según los gnósticos y marcionistas, tradiciones secretas. Pensadores cristianos como Ireneo, Tertuliano e Hipólito ayudaron a  sentar bases en cuanto a la sistematización de la fe cristiana  y establecieron la diferencia entre los escritos inspirados y aquellos que no lo eran. Poco a poco se fue conformando el Canon de las Escrituras y al final del siglo II la mayoría de los libros del Nuevo Testamento, eran parte de las Escrituras. Esto ayudo a la Iglesia a consolidar su fe, establecer los pilares fundamentales de las doctrinas y  un bastión apologético ante las herejías y los falsos escritos que se levantaban.
Fundamentalmente en el “Credo de los Apóstoles” o “símbolo de la fe”, se deja claro que el Padre es “todopoderoso” destacándose su soberanía y  gobierno de todas las cosas. Se hace énfasis en la cristología.
Aspectos fundamentales que caracterizaron cada periodo en la Historia de la Iglesia.
Podemos decir que la Iglesia ha pasado por etapas de pruebas, silencio y oscuridad y otras de victoria y avivamientos poderosos. Todos los periodos de confrontaciones apologéticas han ayudado a establecer y consolidar los fundamentos doctrinales y teológicos en los cuales se apoya la Iglesia de hoy.
En el siglo I, como ya hemos analizado, se dio el alumbramiento de la Iglesia, y el primer empuje misionero y evangelistico del mundo conocido, teniendo los cristianos como rivales predominantes, no solo las persecuciones, las herejías y el culto al emperador, sino ese legalismo acérrimo judaizante y de una manera incipiente el gnosticismo, a los cuales Pablo se tuvo que enfrentar  y combatió extensamente en sus cartas, así como Juan, otros apóstoles y padres de la Iglesia.
En el siglo II y III fue atacada la Iglesia con esa filosofía netamente dañina, ya desarrollada plenamente en estos siglos, conocida como el gnosticismo. Se levanto el Credo de los Apóstoles como expusimos, que fue un postulado de fe poderoso.
En el siglo III y IV  se destaco la herejía de Arrio. La doctrina arriana propagaba, a diferencia de otra doctrina herética que se conoció como el monarquianismo, el que abogaba por la unidad de la Deidad, que Cristo había sido creado, negando su divinidad.  Esta doctrina la han abrazado los Testigos de Jehová. Ante este desafío teológico, se levanto el Credo Niceno en el Concilio de Nicea (325 d.C), para contrarrestar ambas posiciones, tanto la arriana como el monarquianismo. Este Credo establecía la naturaleza de Jesucristo y al mismo tiempo se formulo la doctrina de la Trinidad.
En el siglo IV y V encontramos a Pelagio, que dio lugar a lo que hoy conocemos como el humanismo moderno, este negaba el pecado original y decía que la caída de Adán no había traído consecuencias, sino solo a el mismo. También proclamaba que el hombre esta capacitado para cumplir la ley y que es libre completamente para escoger siempre entre el bien y el mal. Ante esta herejía, el teólogo Agustín estableció la teología del pecado original.
Desde el siglo V al siglo XVI vemos el surgimiento de la Iglesia Católica Romana y su jerarquía dominante. Dios levanto hombres de la talla de Martín Lutero, monje de origen alemán que enarbolando sus  noventa y cinco tesis (1517), lidereo la Reforma Protestante, a favor del genuino evangelio y en contra de los postulados católico romanos. Este también redescubrió en la Epístola a los Romanos que el evangelio no dependía de las obras e indulgencias de la Iglesia Católica Romana, sino de la doctrina que postula que somos únicamente  justificados por la fe en Jesucristo y que la salvación es solo por la gracia de Dios. Defendió también el sacerdocio universal de todos los creyentes e hizo retornar al pueblo a las Escrituras, traduciéndolas a la lengua común de ellos, etc. La teología cristiana se dividió en dos después de los reformadores, la de la Iglesia Católica Romana y la de los Protestantes. La Iglesia Católica Romana no pudo detener la reforma y esta se extendió por toda Europa, resucitando la fe sencilla y trayendo liberación a las almas que estaban sumidas en la oscuridad del yugo de iniquidad. En este periodo también se levanto el conflicto entre la posición calvinista y arminiana. Juan Calvino (1509-1564), fue un reformador poderoso al igual que Lutero.  Sin embargo, este adopto la doctrina de la predestinación formulada primeramente  por Agustín.  Jacobo Arminio (1560-1610), proclamaba que Cristo murió por todos los hombres y que Dios no elige a ninguna persona ni para salvarse, ni para perderse, entre otras cosas. Todo esto provoco un sismo en la Iglesia Protestante, algunos adoptaron posiciones calvinistas y otros se orientaron teológicamente hacia las enseñanzas de Jacobo Arminio.
La ortodoxia cristiana se consolido mas a finales del siglo XVII y ya para ese tiempo los puntos fundamentales de la teología ortodoxa estaban conformados.
El siglo XVIII y XIX fue sacudido por el racionalismo, humanismo, romanticismo, escepticismo, la ciencia con sus nuevas teorías y la critica de las Escrituras. Permeaba el pensamiento liberal, sobre todo en el siglo XIX donde la teoría de la evolución de Carlos Darwin (1809-1882), parecía que iba a destruir los fundamentos y la integridad de la Biblia a través de su famosa obra, “El origen de las especies…”. Este liberalismo de esa época dejo huellas marcadas en la teología moderna. Ante estos retos, muchos trataron de defender la fe cristiana desde un punto de vista racional y liberal, desechando la ortodoxia,  lo sobrenatural del cristianismo bíblico y acomodando las doctrinas de acuerdo al pensamiento racionalista y critico de ese tiempo. Ante esta avalancha liberal y racionalista de estos siglos se levantaron grupos fundamentalistas y conservadores de la ortodoxia cristiana. En el siglo XVIII  por ejemplo, se destaco Juan Wesley (1703-1791), el cual avivo el espíritu evangelizador y dejo huellas profundas en la expansión del evangelio hasta el día de hoy. Recordamos una de sus frases favoritas “El mundo es mi parroquia”.
Movimientos religiosos modernos
El Movimiento Neoortodoxia: El siglo XX  hizo que el pensamiento y la teología liberal que había sido el fuerte del siglo XIX, comenzara a decaer desde sus primeras décadas. La arqueología bíblica, los estudios científicos en el campo religioso, la educación sobre la literatura antigua y la falta de un reemplazo sustancioso de parte de los liberales por el ataque que habían hecho de la Biblia, los dejaba desnudos. Ante los embates de los conservadores y fundamentalistas y el deterioro de los liberales y racionalistas surgió un movimiento conocido como Neoortodoxia. Su máximo exponente fue Kart Barth (1886-1968). Sus libros “Carta de Roma”, “Dogmática de la Iglesia”, entre otros,  revolucionaron el campo de la teología. Junto a otros exponentes, el formo el movimiento conocido como “teología dialéctica” o “teología de crisis”. Criticaba al evangelio liberal, llamándole “antropología”. Barth hablaba de la trascendencia de Dios y de su plan e iniciativa en  el acto de salvación, lo pecaminoso del hombre, el plan de redención, la justificación por la fe, la gracia, la vida en el Espíritu y lo limitado de la razón humana. Creía en la Trinidad y ponía a Jesucristo, su encarnación, muerte y resurrección como el centro de toda la teología,. Sin embargo, creía que la Biblia no es la revelación absoluta de Dios, sino relativa, según quien la lee y la interpreta. El historiador cristiano Thomas J. Liggett nos dice con relación a la neoortodoxia: “La neoortodoxia ha sido la respuesta del protestantismo europeo a la situación caótica y desalentadora del continente; y en las horas de peligro y crisis ha provisto a la iglesia cristiana de una fuerte base doctrinal” (10).
Movimiento Pentecostal Moderno: El  primer movimiento pentecostal se dio en el siglo I con el inicio de la Iglesia y su expansión evangelistica y misionera. A lo largo de la historia se han dado algunos, como el de Montano en el siglo II. Le siguieron otros que se caracterizaban por la sanidad divina, la santificación por el Espíritu, la oración y el ayuno y el redescubrimiento de los dones del Espíritu. Siervos de Dios como Evan Roberts en Gales, Inglaterra, A. B. Simpson, Alejandro Dowie, etc.,  fueron algunos de los exponentes en el movimiento espiritual que puso las bases para el gran avivamiento pentecostal. A principios del siglo XX comenzó lo que se ha conocido como Movimiento Pentecostal Moderno. Este se dio una noche de 1901 en Topeka, Kansas, en los Estados Unidos. Carlos Parham junto a estudiantes del Instituto Bíblico comenzaron a buscar a Dios en una reunión de oración y el Espíritu Santo descendió poderosamente sobre ellos. Guillermo J. Seymour, discípulo de Parham disemino la doctrina pentecostal por todo Los Ángeles, en California. Después de reuniones en casas, tuvieron un templo viejo en la calle Azusa, de donde salió el avivamiento y se esparció hacia muchos otros lugares. El movimiento pentecostal creció como pólvora y muchos grupos, organizaciones e Iglesias han estado influenciadas y marcadas por ese despertar espiritual. Se destaca el pentecostalismo en América Latina y África, teniendo un ritmo de crecimiento, en algunas naciones, mayor que la tasa de crecimiento demográfico. Este se ha caracterizado por su rápida expansión a nivel mundial, el gozo de sus reuniones y la alabanza y la adoración libre que les caracteriza. Se enfatiza lo sobrenatural, los milagros, sanidades, liberación de demonios y también un fervoroso espíritu misionero y evangelistico, junto a la búsqueda del poder de Dios para enfrentar los embates y retos cotidianos. Se le da lugar a los ministerios y dones del Espíritu en el crecimiento y edificación de la Iglesia y en la labor evangelistica.
Movimiento misionero mundial: Este siglo se  caracterizo también por un redescubrimiento del poder de las misiones.  Desde las ultimas décadas del siglo XIX ya los misioneros se intrincaban a lejanas tierras y lugares inhóspitos para llevar las buenas nuevas. Hombres como William Carey, David Livingston, Hudson Taylor y otros, fueron pioneros en esta avalancha misionera. Surgieron sociedades misioneras que conquistaban y establecían nuevos lugares para el cristianismo en países como la India, Japón, Indonesia, China, Corea, África, etc. A partir de 1916 comenzó un movimiento poderoso misionero para toda América Latina. Los frutos de esta labor misionera han sido incalculables. Muchos dicen que a este siglo se le debe llamar “El siglo de las misiones”. En las ultimas décadas del  siglo XX, se creo un movimiento de oración entre todas las Iglesias por  la Ventana 10/40. Estos son los países  menos evangelizados a nivel mundial, entre ellos los asiáticos y musulmanes. La Iglesia se concentro en el llamado a evangelizar estas regiones. La evangelización ha cobrado  una nueva perspectiva en los últimos anos con la tecnología, los medios de comunicación y la explosión científica. Una nueva era se esta dando en misiología y evangelización a través de la revolución tecnológica y científica de nuestro siglo.
Movimiento Ecuménico: A finales del siglo XIX y los albores del siglo XX se empezaron a sentir los aires de un movimiento hacia la unidad cristiana. Surgió el ecumenismo (gr. Oikoumene) significa “tierra habitada”. El Ecumenismo resurge por la labor del movimiento misionero, la inmigración y como una fortaleza frente a los estragos de la segunda guerra mundial, que dejo depresión económica,  injusticia social y también separación entre las diferentes denominaciones. Los inicios del ecumenismo realmente se remontan al siglo XVI, época de la Reforma y al siglo XIX en Europa, donde se utilizaron medios para tratar de unir a la Iglesia Protestante en contra de la oposición  que levanto la Iglesia Católica contra ellos. A principios del siglo XX es donde se perfila mas profundamente el aspecto de la unidad y la universalidad cristiana. Este incluye todas las Iglesias,  desde protestantes, católico romanas, ortodoxas orientales y la  copta, entre otras. La organización ecuménica predominante es el Concilio Mundial de Iglesias, formado en 1948 en Holanda. Este realiza una gran labor social, combate el racismo y la persecución religiosa y trata de fomentar la unidad, pero se apoya mas sobre premisa humanas, que divinas. Existe  diversidad y divergencia tanto religiosa como teológica entre las Iglesias miembros. Muchas Iglesias con posturas mas conservadoras y ortodoxas no forman parte de este movimiento ecuménico mundial.  Grupos como Conela (Confraternidad Evangélica Latinoamericana) y Asociación Nacional de Evangélicos en los Estados Unidos, etc., son muestras de diferentes alternativas, donde los cristianos buscan la unidad de los creyentes en un verdadero vinculo de fe.
Movimiento Católico Romano o “Neoromanismo: Juan XXIII, elegido papa en 1958, fue considerado como un papa de transición. Sin embargo este revoluciono la Iglesia Católica Romana, convocando al Concilio Vaticano II (1959), que trajo cambios profundos a partir de dieciséis documentos que surgieron de la misma. Algunas de las reformas fueron: establecer un espíritu ecuménico con todos los protestantes, abrirse a otras filosofías y escuelas de pensamientos y poner la Biblia en manos de los feligreses, haciendo sus traducciones de las lenguas originales. La liturgia también fue transformada, pasando del latín a los idiomas originales de cada país y región. La música cobro vida y muchas veces es genuinamente autóctona y contemporánea con los feligreses. Se han producido movimientos carismáticos y de renovación espiritual en muchos grupos católicos.
Movimiento de la Nueva Era (New Age): Movimiento de lo oculto, panteísta, que propaga un ateísmo espiritualista, la parapsicología, los ovnis y extraterrestres, el espiritismo, las religiones orientales como el Hinduismo y el Budismo, las experiencias místicas y las reencarnaciones. Creen y diseminan las corrientes evolucionistas. Practican la medicina holística como científica, a través de curanderos y milagros. Ven a la mente como la máxima responsable de las enfermedades. Consideran a la Biblia como una revelación mas que se ha dado en la historia y la interpretan bajo una perspectiva espiritista. Creen en la auto salvación y ven que el pecado y lo malo no existen realmente. Creen en un Cristo cósmico, que imparte al universo una energía particular, el cual es un Maestro o Gurú universal, influenciado por el gnosticismo. La influencia del movimiento de la nueva Era toca, como lo plantea el Doctor en Teología Antolín Diestre Gil en su libro “El Sentido de la historia y la palabra profética” a círculos católicos y protestantes, científicos, religiones animistas, logias masónicas, los mormones, la Iglesia de la Cienciologia,  Iglesia de la Unificación de Moon, Iglesias espiritistas de origen protestante y católico, practica del Yoga de la Meditación trascendental, la educación y los trabajos, los cursos de salud y medicina holística, astrología,  infiltraciones en los gobiernos mas representativos, la ONU,  Hollywood y muchas de sus estrellas de cine, televisión y medios de comunicación en general.
Movimientos de Renovación: En las ultimas décadas del siglo XX y principios del siglo XXI hay una búsqueda y renovación en las Iglesias cristianas. Se esta enfatizando la labor del Espíritu Santo y el ministerio quíntuple de la Iglesia, los dones espirituales y el poder sobrenatural del Espíritu. Se habla de guerra espiritual y la preparación del creyente contra las asechanzas del enemigo. La Iglesia crece poderosamente, tanto teológicamente como en su praxis cotidiana y se espera que un avivamiento poderoso sacudirá también este siglo en que vivimos.

Notas Bibliográficas
1.- Ladd  Eldon George, 1966. “Jesus and the Kingdom”, Pág. 47, 48. S.P.C.K., Londres. (Trad. ingles).
2.- Se repite el anterior.
3.- Suetonio, Nero. Anales XXXVIII.
4.- Tácito, Anales XLIIV, 4.
5.- Gonzalez L. Justo, 1994. “Historia del Cristianismo” Tomo I, Pág. 59. Editorial Unilit.
6.- Se repite el anterior.
7.- Vila Samuel, Santamaría A. Darío, 1979. “Enciclopedia ilustrada de la Historia de la Iglesia”. Pág. 37. Editorial CLIE.
8.- Escepticismo (Vía internet. Pagina Web Escepticismo).
9.- González L. Justo, 1994. “Historia del Cristianismo” Tomo I, Pág. 76. Editorial Unilit.

VOICE TO THE NATIONS MINISTRIES.
CURSO: BREVE HISTORIA DE LA IGLESIA & MOVIMIENTOS RELIGIOSOS MODERNOS.
Dra. María Caridad Perdomo.

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